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El dulce sabor de una mujer exquisita

jueves, 25 de abril de 2013







Si aún no ha pasado el bisturí por tu piel, 
si no tienes implantes de silicona en alguna 
parte de tu cuerpo, 
si los gorditos no te generan trauma, si nunca has sufrido de anorexia, 
si tu estatura no afecta tu desarrollo personal, 
si cuando vas a la playa prefieres divertirte en el mar y no estar sobre una toalla durante horas, 
si crees que la fidelidad sí es posible y la practicas, 
si sabes cómo se prepara un arroz, 
si puedes preparar un almuerzo completo, 
si tu prioridad no es ser rubia a como de lugar, 
si no te levantas a las 4:00 a.m. para poder 
alcanzar a hacerte el blower, 
si puedes salir con saco de sudadera tranquila a la calle un 
domingo sin una gota de 
maquillaje en el rostro... 
Estás en vía de extinción... ¡Bienvenida! 

Una mujer exquisita no es aquella que más hombres tiene a sus pies, si no aquella que tiene uno solo que la hace realmente feliz. 
Una mujer hermosa no es la más joven, ni la más flaca, ni la que tiene el cutis más terso o el cabello más llamativo, es aquella que con tan sólo una franca y abierta sonrisa y un buen consejo puede alegrarte la vida.

Una mujer valiosa no es aquella que tiene más títulos, ni más cargos académicos, es aquella que sacrifica su sueño temporalmente por hacer felices a los demás. 

Una mujer exquisita no es la más ardiente (aunque si me preguntan a mí, todas las mujeres son muy ardientes...Los que estamos fuera de foco somos los hombres) sino la que vibra al hacer el amor solamente con el hombre que ama. 
Una mujer interesante no es aquella que se siente halagada al ser admirada por su belleza y elegancia, es aquella mujer firme de carácter que puede decir NO. 

Y un hombre... Un hombre exquisito es aquel que valora a una mujer así... 
Que se siente orgulloso de tenerlacomo compañera.

Que sabe tocarla como un músico virtuosísimo toca su amado instrumento. 

Que lucha a su lado compartiendo todos sus roles, desde lavar platos y atender tripones, hasta devolverle los masajes y cuidados que ella le prodigó antes. 

La verdad, compañeros hombres, es que las mujeres en eso de ser Muy Machas nos llevan gran recorrido... 

¡Qué tontos hemos sido -y somos- cuando valoramos el regalo solamente por la vistosidad de su empaque... 

¡Tonto y mil veces tonto el hombre que come basura en la calle, 
teniendo un exquisito manjar en casa!



Gabriel García Márquez



Nadie que te haga sentir mal te merece





Muchas veces descuidamos el amor, lo dejamos abandonado, dejamos de pensar en nuestra pareja, y acaba importándonos únicamente aquellos problemas que tenemos.


Cuando esto pasa, cada cual en la pareja tiende a alejarse del otro, sus corazones se distancian y todo acaba en promesas incumplidas… Se cae en forma muy triste, supone mucho tiempo de esperas que se vuelven eternas, de planes y sueños que al final quedan en la nada…

Es difícil recuperar el tiempo que se va, pero lo más triste del amor, es que aunque cada persona ama de distinta forma, siempre esperamos que nos amen como nosotros amamos.
Pero eso es muy difícil, sólo tú sabes amar de esa manera; cuando ya sientes vacío y ausencia de amor, entonces es momento de alejarse, de pensar que las palabras no eran tales, así que a volver a vivir y empezar la vida sin esa persona.

Nadie debe dejarte sin ganas de nada, la persona que pierde es la que se va, porqué tú nunca te has ido, sólo que no te supieron apreciar, hay que dar olvido a esa relación…

Nadie que te haga sentir mal te merece.



Aprendiendo









"Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una
mano y encadenar un alma.

Y uno aprende que el AMOR no significa acostarse.

Y que una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender ....

Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza
a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende
a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es
demasiado inseguro para planes ... y los futuros tienen su forma de caerse
por la mitad.

Y después de un tiempo uno aprende que, si es demasiado, hasta el calor del
Sol puede quemar.

Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de
esperar a que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno es realmente fuerte, que
uno realmente vale, y uno aprende y aprende ... y así cada día.

Con el tiempo aprendes que estar con alguien, porque te ofrece un buen
futuro, significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.

Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos
sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad.

Con el tiempo te das cuenta de que si estás con una persona sólo por
acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.

Con el tiempo aprendes que los verdaderos amigos son contados y que quien no
lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de falsas amistades.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en momentos de ira siguen
hiriendo durante toda la vida.

Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es
atributo sólo de almas grandes.

Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, es muy
probable que la amistad jamás sea igual.

Con el tiempo te das cuenta que aun siendo feliz con tus amigos, lloras por
aquellos que dejaste ir.

Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona
es irrepetible.

Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser
humano, tarde o temprano sufrirá multiplicadas las mismas humillaciones o
desprecios.

Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el
sendero del mañana no existe.

Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas y forzarlas a que pasen,
ocasiona que al final no sean como esperabas.

Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro,
sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.

Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado,
añorarás a los que se marcharon.

Con el tiempo aprenderás a perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir
que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, pues ante
una tumba ya no tiene sentido.

Pero desafortunadamente, sólo con el tiempo..."